Además de calefaccionar los albergues y centros de acogida del país, haciendo entrega de 1.500 recargas de GLP y 50 estufas rodantes, Abastible realizó un voluntariado corporativo en 12 albergues a nivel nacional

El ministerio de Desarrollo Social y Familia trabaja para mantener una infraestructura adecuada que permite proteger del frío extremo a las personas en situación de calle. Esta realidad no ha dejado indiferente a Abastible, que decidió ponerse a disposición de la autoridad, facilitando el suministro de gas licuado necesario en cada una de las activaciones del Plan Invierno y Código Azul.

La cultura de la compañía tiene inserto el valor del servicio. Todos los días sus equipos se mueven para que la energía del GLP llegue a los hogares más diversos, con el propósito de ayudarles a vivir tranquilos y preocuparse de lo realmente importante. Sin embargo, hay personas que no tienen las condiciones mínimas para asegurar su vida, y también a ellas Abastible quiere apoyarlas, colaborando con su bienestar desde su especialidad. Abastible es un ciudadano más que cree en el trabajo colectivo para que nadie se quede atrás”, explica el representante de Abastible.

En paralelo a la iniciativa de la empresa, los trabajadores de Abastible se organizaron para participar en esta acción, formando grupos de voluntarios y visitar a las personas en situación de calle de 12 albergues en las ciudades: Coquimbo, Valparaíso, Concepción,  San Fernando, Los Ángeles, Chillán, Osorno, Puerto Montt y Santiago. El objetivo desde un sentido solidario, fue compartir un momento de camaradería que haga olvidar los rigores del invierno.

Solidaridad en Invierno

Cabe recordar que el Plan Invierno entrega de manera transitoria y en época de bajas temperaturas y/o lluvias, una opción de hospedaje a quienes viven en la calle; quienes, además, reciben servicios básicos en abrigo, alimentación, atención de salud e higiene personal.

De manera puntual, el Plan Código Azul habilita camas adicionales en los albergues e implementa nuevos centros de refugio cuando una alerta meteorológica señala la posibilidad de enfrentar un fenómeno climático muy intenso.