De la mano de un equipo experto de Abastible, y con un portafolio de soluciones energéticas, Crustanic implementó una propuesta integral que optimiza su proceso productivo para lograr un proceso con bajas emisiones y un ahorro en combustible entre 10% y 15%, comparado con petróleo.

Con la convicción de completar un proceso productivo que no genere desechos y abrir nuevas líneas de negocios, Williams Mauad y Sebastián Rubio crearon Crustanic en la Región de Coquimbo: empresa que procesa las cáscaras de camarones y langostinos para transformarlos, en dos productos: quitosano -bioestimulante radicular que se aplica en el rubro agrícola- y salsa de camarones para el segmento de gastronomía.

Luego de años de crecimiento continuo de la procesadora de camarones Rymar, la cantidad de cáscaras de camarones y langostinos se incrementó hasta alcanzar hoy entre 5 y 10 toneladas. En este escenario, surgió la idea de tratar estos “desechos” como materias primas y darles un uso bajo los principios de la economía circular, a través de la empresa Crustanic.

“Decidimos invertir US$2 millones en construir una planta para procesar las cáscaras, y teníamos súper claro que necesitábamos contar con procesos energéticos alineados con la sostenibilidad”, explica Williams Mauad.

“Así llegamos a Abastible. Al recibir su propuesta nos dimos cuenta que su alcance trascendía el suministro de gas licuado. Incluyó una asesoría integral y personalizada que contempló el diseño e implementación en planta de un sistema innovador para la generación de vapor industrial, que consiste en una caldera eficiente con un quemador inteligente que regula la potencia según los requerimientos de vapor, capaz de controlar el exceso de aire según el oxígeno presente en gases de escape, potenciando el control en la intensidad de calor y el ahorro de combustible”, señala el ejecutivo.

Innovación y sostenibilidad

Para Mauad el gas licuado es una buena alternativa en eficiencia energética además de ser más limpio, aporta a la transición energética del país; posee una logística sólida de suministro y extensa experiencia como industria, que incluye un sistema de almacenamiento probado que origina entornos laborales seguros y limpios.

Una dimensión esencial -recalca- es el bajo impacto ambiental que generan sus procesos industriales, junto a la posibilidad de desarrollar en conjunto con el equipo de expertos la eficiencia a través de la innovación y tecnología de punta; prioridades de todas las propuestas energéticas de Abastible.

“El gas tiene una emisión de carbono muy baja frente a otros energéticos. Asimismo, su costo en comparación con el petróleo es de un 10% a 15% más económico; ya sea por su poder calorífico o valor por litro”.

Un verdadero socio estratégico

Para el equipo de Crustanic, Abastible ha sido un verdadero socio estratégico en la implementación de su planta pionera en procesar la cáscara del camarón en el Norte de Chile: “Es una empresa que está a tu lado, apoyándote en buscar soluciones a tu desempeño energético que te permita mejorar tu producto, optimizar tus procesos para ser más competitivos, seguros y con decrecientes emisiones”, enfatiza el ejecutivo.

Sobre sus planes futuros, agrega, que gracias a la capacidad de su planta están proyectando aumentar la diversidad de productos que generan desde la cáscara de camarón y alcanzar nuevos mercados: “Queremos seguir potenciando el concepto de economía circular, desarrollando nuevos productos sobre la base del camarón, langostinos y otros productos marinos cuyos desechos terminan en el vertedero; tenemos la confianza e infraestructura para poder crecer mucho más”, finaliza.

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